Testimonios


  • Desde que tengo memoria, siento fascinación por los oráculos, las clarividencias, las mediunidades, las presencias, los presentimientos y por el mundo de la espiritualidad en general. Siempre sentí fascinación, pero ésta era hacia afuera de mí, no me había apropiado aún del poder intuitivo mediúnico transpersonal que tenemos todxs lxs humanxs dentro, y en especial las mujeres de mi familia. El encuentro con mi propia feminidad/cuaternidad y con la magia cotidiana de mi ciclo menstrual, pulsante con los ciclos de la Luna, de la Vida y de la Tierra, en conjunción con el encuentro conmigo misma con el que estaba comprometida a través de la práctica de Movimiento Auténtico, me llevaron al encuentro de esta maravillosa herramienta que me acercaría a mi propia capacidad espiritual y me llevaría de la mano desde ese momento en adelante por el camino de mi crecimiento personal, mi integración, mi individuación.

    El encuentro con el Oráculo de la Mujer Sagrada y con su creadora, Mónica Glusman, fue tan sincrónico como el principio mismo que rige a los oráculos. Buscaba yo una imagen con la que anunciar un taller, y que ilustrara el mensaje que me preparaba para introducir en mi país, a través de mi trabajo de autoconocimiento por medio del cuerpo en movimiento (Movimiento Auténtico). Ese mensaje era el valor de la Ciclicidad y la Polaridad en nuestras vidas, encarnada en nuestros propios cuerpos femeninos durante cada ciclo mensual, y en todos los ciclos de la naturaleza y sus elementos. Traía conmigo la información obtenida en el taller La Rueda Púrpura, sobre la resacralización del Ciclo Menstrual y de la Cuaternidad Femenina, ofrecido por la Maestra Myriam Wigutov, y le había dado el nombre de "La Luna y Yo" al taller. Buscaba pues, una imagen sobre la Ciclicidad Lunar para difundirlo.

    Aquél día sincrónico, pulsé sobre la imagen que más me llamó la atención, que más concentraba la idea que yo acababa de descubrir sobre la ciclicidad de la luna y nuestra relación con ella: una imagen circular con un espiral en el centro y con TODAS las fases de la Luna. Tenía un hermoso fondo azul añil, como el cielo a la hora del atardecer en que más brilla, y en que más brilla la luna también, por contraste, en cada una de sus fases. Era semejante al trazo de aquel gran adorador francés de los cielos, don Vincent Van Gogh, pero con la fuerza de la multiplicidad lunar femenina.

    Debo decir que por aquellos tiempos y durante ya varios años, buscaba una herramienta oracular, un Tarot, creía yo, que me sirviera de guía para desarrollar mi intuición y mis dones naturales. Aquella redonda y completa imagen, tan idónea para representar el trabajo que me aprestaba a convocar a hacer en el taller, me llevó inesperadamente a todo un UNIVERSO de imágenes y a la -tan esperada- herramienta personal. Se convirtió inmediatamente en el vehículo sagrado, la pieza fundamental para poder asimilar la información que pretendía compartir allí, pero directamente a nivel psíquico, simbólico y arquetípico. Aquellas imágenes le dieron voz a todas las posibles facetas de la cuaternidad, ¡y más! Conectaron de una manera amorosa, amable, potable, con la posibilidad de encontrar a la propia herida inconsciente en el trabajo con el cuerpo, y fueron las acompañantes perfectas en el viaje hacia las profundidades del propio ser de cada una -que podía durar de 10 a 45 minutos en silencio-, sondeando las provocaciones y amplificaciones de las imágenes propuestas por las sagradas canalizaciones arquetípicas de Moni. Esto, sin necesidad de intermediarios, interpretaciones ni intervenciones de terceras personas: un diálogo directo simbólico entre consciente, inconsciente y arquetipos.

    Desde aquel primer círculo en Puerto Rico, ya han pasado cinco años de encontrarnos con el Universo de lo Sagrado Femenino en nosotras mismas y en nuestros cuerpos/historia, y no pasa un año en el que no crece el deseo de continuar esta sagrada labor y en que no agradezco la bendición de amar tanto lo que hago. Los cambios que posibilita, las puertas internas y los diálogos tan largamente postergados entre las distintas mujeres que somos que se abren, son tan inmensos y valiosos, que el agradecimiento es mutuo: a ellas por venir, a mí por facilitar, a Moni por canalizar y educar tan entrañablemente, y a la voz de la Diosa en nosotras, a la sabiduría ancestral que continuó existiendo a pesar de tantos atropellos y llega hasta nosotras de manera inevitable por medio de esta herramienta. Es un sentimiento TOTAL.

    Las posibilidades de trabajo, como las caras e interpretaciones de sus imágenes y sus combinaciones, son infinitas. Pero en mi experiencia con el Oráculo de la Mujer Sagrada, no ha habido una sola instancia en donde el mensaje no llegue fuerte y claro a través de las imágenes y las palabras de las cartas, como si proviniesen desde el interior de la persona que pregunta, tanto en el caso mío, como en el de todas las personas cuyo encuentro atestigüé o acompañé. La sensación es que aquellas imágenes, a pesar de no haberlas visto nunca, resuenan en lugares muy específicos y palpables de nuestro ser interno, en lugares tal vez hasta ese momento ocultos o desconocidos, pero igualmente propios. Esta herramienta funciona aprovechando toda la fuerza de la eficacia simbólica, el trazo, el color, la forma y la esencia, para impactar a esa parte del ser humano que llevamos desde siempre y que ahora contemplamos en estas poderosas imágenes, que ayudan a estructurar nuestra incipiente cosmovisión, para acompañar el cambio de paradigma humano.

    Esta eficacia simbólica fue la que operó cuando, ante las cartas, una vidente natural no fue capaz de añadir información más allá de la revelada por las palabras y las imágenes mismas de las cartas. Quien tiene desarrollada la intuición, percibe todo allí, expresado claramente y de manera directa y completa; y quien busca despertarla, recibe también el mensaje claro y directo, que le ayuda a confirmar y descifrar lo oculto dentro su Ser Interno. Esta instancia con la vidente, me demostró una vez más y sin lugar a dudas, que con lo que contamos es con una herramienta extremadamente poderosa, en cuanto al despertar espiritual de las mujeres y de la Humanidad en general. En este caso a través del Arte, la Creatividad, la Intuición y la recuperación del poder de lo Simbólico y lo Arquetípico, latente en cada unx de nosotrxs.

    En lo personal, el Oráculo se ha convertido en una confirmación de mi Ser Interno, una brújula con la cual chequear causas ocultas y actitudes sin detectar, en momentos en los que la comunicación y la escucha conmigo misma se ven perturbadas por alguna circunstancia. Es un constante confiar en re-enfocar la mirada, en seguir el camino de la sanación que lleva a la relación más íntima, que es con la propia herida y con la propia sabiduría interior. Su presencia y su guía en mi vida, así como la sutil y cálida impronta espiritual de la Maestra Glusman con la que cargan, junto con sus ocasionales pero acertadas interpretaciones, me han posibilitado la toma de conciencia de las causas inconscientes profundas detrás de padecimientos físicos, espirituales y emocionales, lo cual desemboca directamente en la posibilidad misma de sanación. El re-decifrar y re-significar los mensajes ocultos y simbólicos de los elementos de la Naturaleza y profundizar en ellos para reclamar su poderosa fuerza dentro de cada unx de nosotrxs, es una parte clave de su valiosa aportación. Gracias a las imágenes del Oráculo, pude explorar dentro de mí los poderes del Mar, la Tierra, la Luna, el Fuego, la Rosa, la Araña, la Serpiente, la Loba, la Leona, la Oca, el Rayo, el Murciélago, la Mariposa, el Ceibo, el Venado, la Osa, la Raíz, la Rana, la Brisa, la Montaña, el Pájaro, el Rocío, y también, la Cosecha, la Cueva, el Arco Iris, el Atardecer, el Desierto….

    El Oráculo encarna los conceptos de Jung de la sincronicidad, del inconsciente colectivo, de los arquetipos y el proceso sanador de incorporar la sombra como parte complementaria y necesaria del ser, comprendiendo la importancia, tanto de la suavidad de la rosa nutricia, como la de la sabia dureza de los límites, representados por sus espinas, y así, con todas las energías. Al incorporar todo un sendero que echa luz sobre las heridas que yacen latentes, que necesitan ser reconocidas y honradas para tener la posibilidad de relacionar cada una a un Portal, abriendo así la posibilidad de la sanación, hacia el sendero del Arco Iris, tiene lugar la alquimia de la integración de los opuestos, por medio de la integración de aspectos negativos o negados de nuestro Ser. Así también la posibilidad de interpretar cada imagen según la posición en que salga y considerar la sombra, el aspecto oscuro de cada energía y equilibrarlo e integrarlo.

    Varios conceptos que fui investigando a lo largo de mi vida me han ayudado a comprender cómo funciona el fenómeno oracular. Por un lado, el trabajo de Masaru Emoto, el científico japonés que experimentó con congelar gotas de agua, provenientes de recipientes con etiquetas con ciertas palabras, que observó que la estructura de los cristales del agua que se formaban, dependía de la vibración positiva o negativa de las palabras. Así, el agua del vaso que decía "Te amo", y del que decía "Gracias", cristalizó con bellos patrones cual copos de nieve, mientras que los cristales del agua de los vasos cuya inscripción en japonés leía "Te odio" y "Te mataré", eran caóticas y desordenadas. Esta instancia de la palabra escrita afectando la realidad del agua a nivel molecular, me dio la clave para comprender por qué cada una de las cartas impregnadas con palabras e imágenes arquetípicas impresas y colores, encierran la esencia y la energía de esa carta precisamente y no la de otra. Es también una clave para comprender porqué nuestra vibración particular de ese momento se acerca a, y es afín con una carta y no con otra, seamos o no, conscientes de ello.

    Otra idea que me ayuda es la de nuestra propia emisión vibratoria en el espacio. Nuestra emisión electromagnética es medible y estudiada ampliamente en la ciencia , y ahora se está profundizando sobre la naturaleza continua del espacio y la materia, con el nuevo campo de la Física Unificada. Esta sería la explicación de la carta que aparece por accidente, la que se cae. Es la vibración de la carta la que resonó con la nuestra y se hizo presente. No hizo falta elegir.

    Pero lo que más me otorga confirmación -más allá de las explicaciones científicas que le puedan servir de sustento a mi hemisferio izquierdo racional-, son las repetidas oportunidades donde se hizo evidente la relevancia de la carta y su vibración, como una definición perfecta del tema bajo análisis. Así, por ejemplo, al finalizar una charla sobre el deseo de ser madre de una amiga cercana, se presenta rapante la MUJER RANA, que representa la Concepción, y que invita a "Recibir en el vientre la nueva vida". O que, luego de una conversación profunda con mi amiga Tania Rosario (la misma que me presentó a Myriam Wigutov y a Clarissa Pinkola-Estés, y que ya conocía las cartas de este Oráculo), sobre las estructuras limitantes que nos fueron inculcadas y que marcaron nuestros respectivos despertares sexuales, aparezca primero LA NIÑA HERIDA, y luego, un total de cinco veces más a lo largo de la tirada, que constó de al rededor de 25 cartas, hasta finalmente coronarla. Como bien dicen acá en Argentina, "¡Es para creer o reventar!".

    Por último, me gustaría compartir que, desde mi primer encuentro con la creadora del Oráculo, se me hizo muy evidente por su mirada esquiva y profunda y por su gestualidad coqueta y confidente, que se trataba de alguien que no se jacta de ser quien es, que se maneja con completa y sincera humildad, que está, también, en un viaje de auto-conocimiento y auto-descubrimiento que aún no termina y que no terminará nunca.... Pero lo cierto es que "el trabajito de hormiga", como ella lo llama, -y yo le sumo la metáfora de la araña, que teje redes y mundos y relaciones, que se re-crea constantemente, que posee el poder del disimulo, una fina y sutil red invisible que es capaz de alojar todo un mundo-, ese trabajo comienza a sentirse cada vez más, en el interés por el propio crecimiento, en el afán de indagar en lugar de evitar nuestra profundidad, en la tarea de responsabilizarnos por nuestra propia existencia en esta realidad, y comenzar a dedicarnos a aprender quiénes somos y a qué vinimos a existir, recuperando la totalidad de nuestro Ser.

    Es ése el "Sagrado Intento" de Moni Glusman y de las mujeres y hombres que, agradecidxs, le seguimos el rastro, caminamos con ella de la mano de su Inspiración Divina, ordenadora y sanadora para todxs. Por suerte, somos cada vez más lxs que deseamos recuperar, por medio del Amor, de la Honra y del trabajo profundo, al restante cincuenta porciento del Ying-Yang del acerbo y la espiritualidad humana. Y en eso estamos….


    Carla Godreau es puertorriqueña, Danza-movimiento-terapeuta y Reiki Máster. Surca un camino de autoconocimiento por el arte desde muy temprana edad, gracias a una educación rica en artes y una familia muy solidaria. Completó una maestría en danza-teatro en Londres, pero fue en Argentina donde pudo finalmente florecer su vocación de docente, y su misión de guía en procesos de auto-sanación.